jueves, 3 de octubre de 2013

CONCEPTOS,DEFINICIONES Y TERMINOS TAURINOS PRIMERA PARTE.

   



CONCEPTOS, DEFINICIONES Y TERMINOS

TAURINOS  A TENER EN CUENTA CUANDO

<SE VE UNA CORRIDA DE TOROS>




Desde nuestra condición de aficionados vamos a profundizar en estas cuestiones lo justo para transmitir una compresión inicial desde la presencia del toro en el ruedo, dado que el tema es lo suficientemente denso, técnico y complejo para su tratamiento por especialistas, con mucha más competencia que la nuestra.
Así pues nos vamos a remitir a unos pocos conceptos, que creemos elementales pero que en un estudio con un mínimo rigor aparecerían muchísimos más y por supuesto mejor sistematizados.

FENOTIPO.-

Según la Academia de la Lengua, es la manifestación externa del conjunto de caracteres hereditarios controlados por los genes en los seres vivos.
Dentro de ciertos límites pueda estar influida a veces por los factores ambientales.

En el lenguaje taurino el fenotipo se conoce como sinónimo de trapío, belleza o proporciones armónicas.
El trapío corresponde a los caracteres que se aprecian a simple vista en el toro de lidia.




GENOTIPO.-

Según la Academia es el conjunto de los genes existentes en cada uno de los núcleos celulares de los individuos pertenecientes a una especie o familia, responsable, después de sufrir la influencia ambiental, de determinar el aspecto morfológico y funcional final del individuo.
El genotipo es conocido en el lenguaje taurino como sinónimo de casta o raza, común a los individuos de su mismo encaste o familia.
El fenotipo, por ello, se identifica con el término “trapio”.

Bravura.-

Es la cualidad específica de los toros de lidia, manifestada por el conjunto de comportamientos del toro a lo largo de dicha lidia, según y acorde con los estímulos recibidos del resto de individuos (toreros) que estén con él en el ruedo.


LAS CARACTERISTICAS TÍPICAS PARA MEDIR LA BRAVURA SON LAS SIGUIENTES:

1.- Acometer con prontitud (rapidez) a cualquier estímulo.
En principio esto es para ellos totalmente  desconocido, puesto que hasta el momento de la lidia el toro no ha sido nunca agredido por el hombre y ha llevado una vida totalmente pacifica en ese sentido. El toro es virgen en su bravura, que se le supone, hasta que sale a la arena de la plaza.

2.- Repetición de la embestida al repetirse los estímulos externos, pero sólo hasta un cierto límite, denominado como el umbral de la bravura, momento en que el toro puede llegar a la conclusión de que no le sirve para nada seguir embistiendo, de que todo es inútil.
De ahí la importancia de medir, tanto las agresiones como el castigo que recibe a lo largo de la lidia.

3.-  Buena pelea en el primer tercio de la lidia, es decir en el caballo, al que acudirá: con prontitud (rapidez), es decir sin esperar:

  • con rectitud en sus acometidas (conocido como nobleza en el lenguaje taurino, es decir claridad en sus embestidas, nunca zigzagueante).
  •  de lejos, es decir, a una distancia suficiente para que puede verlo
  • empujando con los riñones y la cabeza fija, aún cuando tenga la puya puesta, sin movimientos laterales o de arriba a abajo, ni buscar otra clase de alivio.
  • sin dolerse, es decir sin manifestad dolor, ni retroceder ni recular (conocido en el lenguaje taurino como repucharse)
  • con tendencia a irse siempre a la parte central del ruedo, denominada en el lenguaje taurino como “los medios” que serán llamado también “terreno del toro” o “las afuera”, estos son los terrenos de los toros bravos.
  • La rectitud y prontitud en la embestida deberán permanecer también durante los tercios de banderillas y de muleta, finalizando sólo aquellas en el momento de la suerte suprema en el que buscará hacerlo en su terreno, es decir en los medios
  • Morir con la boca cerrada, es decir, en el lenguaje taurino, tragándose la muerte.


EL TRAPIO DEL TORO.-

Puede considerarse como la armonía de hechuras del individuo, dentro de su misma raza. Que nadie asimile, por tanto, que trapio es solo el peso, la encornadura y los pitones, su alzada o tamaño, pues aún siéndolo, y formando todo ello parte de su agresiva armonía, no se puede olvidar la obligada referencia al tipo y el cuajo, así como a la presencia ofensiva, -que dé la sensación de temible- que debe tener este bello animal de la naturaleza. Sólo de esta manera, y respetando el carácter subjetivo que más tarde le dé cada cual, puede definirse lo que es el trapio.

Entre las múltiples definiciones  de trapío existentes, resulta destacable la del escritor taurino Bruno del Amo, “Recortes”, que, por ser tan completa y exhaustiva, creo que puede considerarse de interés: “el toro”, -dice-, “es un ser corpulento y de mucha presencia, bien proporcionado y fuerte. De articulaciones bien pronunciadas y flexibles; piel fina (antiguamente se pesaba la piel y podía considerarse fina la que pesaba entre  sesenta y ochenta libras, aproximadamente treinta o cuarenta kilos); pelo luciente, lustroso, espeso, liso, igual, sentado, fino, suave y limpio; cuernos bien colocados, fuertes, delgados, lisos.

TRAPIO:
puede tener un toro de MIURA, otro de ALBASERRADA u otro de TAMARON-CONDE DE LA CORTE; pero como lo puede tener igualmente uno de SANTA COLOMA u otro de CONTRERAS, y habría que insistir en que no es cuestión de peso, pues TRAPIO puede tenerlo un toro de MIURA (raza Cabrera) que aguanta más de 600 kgs., que otro de SANTA COLOMA, (raíz VISTAHERMOSA) que presenta originariamente un menor volumen, alrededor de 450-550 kgs. Por poner pesos determinados.
Pero eso es tan difícil que la Autoridad, los profesionales taurinos y los mismos aficionados se pongan de acuerdo en este concepto.
Confundir TRAPIO con kilos, además de ser inexacto, es un grave error de concepto, que va contra la movilidad, y ésta con el espectáculo.
Cada toro, cada encaste, cada plaza, debe tener en cuenta, en la elección de sus corridas, sus gustos, pero dentro del orden que establece el concepto de TRAPIO, es decir, las características de cada toro.



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